El pollo es un tipo de carne blanca de origen avícola, cuyo consumo se ha generalizado debido a su sabor, sus beneficios y su económico precio.
Se trata de una carne magra, con muy poca materia grasa, perfecta para consumir en dietas bajas en calorías. Además está repleta de proteínas de muy alta calidad, especialmente presentes en la parte de la pechuga.
También contiene minerales tan importantes como:
- El calcio, que fortalece los huesos.
- El magnesio, que ayuda a mejorar las defensas.
- El potasio, que interviene en el transporte de oxígeno al cerebro.
- El zinc, con propiedades antioxidantes.
- El fósforo, cuya función es nutrir al cerebro, conservar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo. Al ser un mineral muy presente en el organismo humano es fundamental consumir alimentos ricos en fósforo.
En cuanto a las vitaminas, el pollo es un alimento cargado de vitaminas de tipo B. Entre estas destacan la vitamina B3, que participa en la metabolización de las grasas y los azúcares, y la vitamina B6, que ayuda a mantener en funcionamiento el cerebro y mejora la producción de glóbulos rojos.